Todo cambió
Me
siento tan sola, distinta y confundida… Todo es muy distinto en este mundo
nuevo en el que estoy viviendo.
Me
acuerdo del día en el que me trajeron acá, el lugar al que todos llaman Tierra.
Es muy diferente al mundo en el que vivía.
Esto
pasó dos meses atrás. Yo estaba muy feliz, nadando con una amiga de hace años,
hasta que todos comenzaron a alarmarse y escapar, nadaban cada vez más rápido y
en distintas direcciones. Mi amiga y yo no sabíamos lo que estaba pasando,
entonces solo nos quedamos quietas en el lugar.
Pasó un
rato en el que todo se calmó de golpe, las aguas dejaron de revolverse, pero
todavía no se veía a nadie. Estábamos solo ella y yo.
De
repente, sin esperarlo, de afuera del agua, comenzó a bajar una red enorme,
nunca habíamos visto una de ese tamaño. Sin tener tiempo de escapar,
rápidamente, nos atrapó a las dos. Tratamos de salir de ahí de varias formas,
pero fue imposible. La red empezó a subir.
En unos
minutos que parecieron horas, aparecimos en una especie de barco, en el que había
muchísimos humanos. Nos hicieron miles de preguntas, pero nuestras voces no
salían. Por lo que logramos entender, según sus investigaciones, después de
salir del agua era muy probable que no pudiéramos hablar ni movernos, pero que
luego de unos pocos días esto iba a ser posible.
Nos
metieron en unas jaulas enormes que no tenían ni ventanas, no sabíamos ni donde
estábamos. Después de unos días o meses, el barco se detuvo. Abrieron las
puertas de nuestras jaulas y nos llevaron para afuera. Nos pararon en la tierra
y se quedaron tres personas vigilando, para que no nos vayamos a ningún lado ni
tratemos de escapar.
Luego
de un rato todos estábamos caminando. Nosotras nos desplazábamos haciendo
saltos. Llegamos a una zona en la que había varias casas. Nos separaron y nos
dejaron a cada una en una distinta. Hasta el día de hoy no volví a ver nadie de
aquel día.
En la
casa en la que estoy hay una mujer sola, que no está casi en todo el día, sale
siempre. Y cuando está, solo me investiga. Mientras no está, agarro siempre la
caja que tiene arriba de una mesita en su dormitorio. Tiene caracoles, libros y
revistas sobre el océano. Nunca supe si era por la investigación o si a ella le
gustaba todo eso. Tampoco se lo pregunté.
La
mayoría de los días, llega con la mirada completamente perdida y con la cabeza
en cualquier lado. A veces me gustaría saber en qué piensa y que cosas le
pasan. Pero odio que me tenga encerrada y no me deje ir y me use solamente para
un experimento.
Estoy
pensando en terminar con esto de alguna forma. Siento que no vale la pena vivir
asi y de verdad odio todo esto mucho más de lo que esperaba.
Anónimo: en la historia hay una criatura que proviene del mar, de la que los lectores desconocemos su aspecto (sin la imagen, seríamos incapaces de entenderlo) y quien, forzada a vivir en tierra, sobrevive inexplicablemente fuera del agua. Si bien un relato fantástico rompe la lógica de lo racional, construye una nueva que, sin dar explicación, da sentido a lo sobrenatural para que aparezca como natural. En tu relato no lo lográs porque los hechos suceden sin que pueda encontrarse esa naturalidad que permite aceptar lo fantástico.
ResponderEliminarAdemás, predomina el decir sobre el narrar, no hay suspenso ni tensión y las acciones se tornan previsibles y no logran conmover.
Rever puntuación, párrafos, vocabulario.
Al editar, los párrafos deben alinearse con la herramienta "justificar".
NOTA: 6