Payaso moderno - Rafael León Dieguez
Payaso moderno.
Los comediantes de Internet son algo sorprendente. Te pueden hacer reír a carcajadas sin ningún esfuerzo con un simple “Meme”. “Me sorprende la manera en como un simple chiste puede alegrarme un día entero”
Últimamente me encuentro bastante triste. Estoy frustrado por mis calificaciones, cada vez que tengo que dar un examen me agarra una tensión en el cuerpo que no me deja ni respirar, aunque lo admito, no estudio casi nada y me suelo distraer DEMASIADO en clase, además de que todo el día me la paso tomando siestas y repitiéndome en la cabeza “luego lo hago” y ese “luego” nunca llega. Si no estoy durmiendo me la paso dando vueltas de acá para allá con celular en mano mientras veo memes de Internet, desde hace tiempo esto es lo único que me alegra en momentos de depresión o estrés, ni siquiera jugar videojuegos me sube el animo, aunque no es muy reconfortante estar tres horas, las cuales pasas fundiendo las neuronas cometiendo los mismos errores una y otra vez como un imbécil, (imagínate ser tan persistente como yo), hasta llegar al punto de casi provocar que en más de una ocasión, quiera agarrar la consola y revolearla contra el televisor, y destrozar los retos con todas mis fuerzas al punto de que no me importase lastimarme las manos. Todos estos problemas me han terminado bajando realmente mucho la autoestima, aun siendo cosas totalmente irrelevantes en lo que vendría siendo a hacer una verdadera problemática (pero bueno así es la adolescencia o eso dicen). Pero volviendo al tema, me impresiona la manera de cómo un par de imágenes y un chiste de humor negro pueden alegrarme toda la semana, incluso me ha pasado que me he reído en público de forma repentina por acordarme unos de estos (un momento bastante incomodo la verdad).
Hace unos días conocí un chico a través de estas páginas de Internet o redes sociales (díganle como quieran), que resultaba no ser tan chico, tenía alrededor de 27 años pero esto no quita el hecho de que tuviera gran sentido del humor. Sucede que este “chico”, conocido como Sebastián, me contaba sobre que lo único que hace es hacer memes, al principio solo lo considere como una expresión que utilizó a modo de exageración como usualmente se hace, pero no, era literal. Me habló mucho sobre su vida personal: Lo despidieron de su empleo, sus “amigos” ya no lo tomaban en cuenta, y para colmo su familia le daba cada vez menos apoyo económico y emocional. Se vio obligado a volver con ellos (vivía en un pequeño apartamento de 1 ambiente), con la cual al parecer no mantenía una buena relación, pero no era lo suficiente mente mala para dejarlo tirado en la calle, sobre el tema del Internet, lo despojaron de todo tanto celular como computadora, usaba la poca plata que tenia disponible para ir a los cibercafé y aprovechar todo el tiempo que le permitían sus ahorros (incluso en esa situación emocional seguía creando y publicando contenido nuevo sin parar). Sus padres lo presionaban cada día, cada hora, minuto y segundo de su vida, siguiéndolo de acá para allá para que consiguiera otro trabajo y dejar de holgazanear, obviamente esto terminaba en largas discusiones las cuales no me hablo con gran detalle, aunque puedo hacerme una idea. Yo me sentía como un inútil al no poder ayudarlo de ninguna forma, incluso llegue a consultarlo con mi madre pero ella simplemente no me tomo enserio, terminando la conversación con la frase “en vez de estar en la computadora, que siga buscando trabajo y que no pierda el tiempo en estupideces”. Decidí mantener la boca cerrada porque solo lograría una discusión innecesaria.
Si tuviese que contar el tiempo que lo llegué a conocer, solo fueron 2 meses, luego de eso terminó con su “miserable vida” (así es como él la describía). Nuestra última conversación fue algo similar a un cuestionario en el que me pregunto: ¿Te saque una sonrisa alguna vez?
Los comediantes de Internet son algo sorprendente. Te pueden hacer reír a carcajadas sin ningún esfuerzo con un simple “Meme”. “Me sorprende la manera en como un simple chiste puede alegrarme un día entero”
Últimamente me encuentro bastante triste. Estoy frustrado por mis calificaciones, cada vez que tengo que dar un examen me agarra una tensión en el cuerpo que no me deja ni respirar, aunque lo admito, no estudio casi nada y me suelo distraer DEMASIADO en clase, además de que todo el día me la paso tomando siestas y repitiéndome en la cabeza “luego lo hago” y ese “luego” nunca llega. Si no estoy durmiendo me la paso dando vueltas de acá para allá con celular en mano mientras veo memes de Internet, desde hace tiempo esto es lo único que me alegra en momentos de depresión o estrés, ni siquiera jugar videojuegos me sube el animo, aunque no es muy reconfortante estar tres horas, las cuales pasas fundiendo las neuronas cometiendo los mismos errores una y otra vez como un imbécil, (imagínate ser tan persistente como yo), hasta llegar al punto de casi provocar que en más de una ocasión, quiera agarrar la consola y revolearla contra el televisor, y destrozar los retos con todas mis fuerzas al punto de que no me importase lastimarme las manos. Todos estos problemas me han terminado bajando realmente mucho la autoestima, aun siendo cosas totalmente irrelevantes en lo que vendría siendo a hacer una verdadera problemática (pero bueno así es la adolescencia o eso dicen). Pero volviendo al tema, me impresiona la manera de cómo un par de imágenes y un chiste de humor negro pueden alegrarme toda la semana, incluso me ha pasado que me he reído en público de forma repentina por acordarme unos de estos (un momento bastante incomodo la verdad).
Hace unos días conocí un chico a través de estas páginas de Internet o redes sociales (díganle como quieran), que resultaba no ser tan chico, tenía alrededor de 27 años pero esto no quita el hecho de que tuviera gran sentido del humor. Sucede que este “chico”, conocido como Sebastián, me contaba sobre que lo único que hace es hacer memes, al principio solo lo considere como una expresión que utilizó a modo de exageración como usualmente se hace, pero no, era literal. Me habló mucho sobre su vida personal: Lo despidieron de su empleo, sus “amigos” ya no lo tomaban en cuenta, y para colmo su familia le daba cada vez menos apoyo económico y emocional. Se vio obligado a volver con ellos (vivía en un pequeño apartamento de 1 ambiente), con la cual al parecer no mantenía una buena relación, pero no era lo suficiente mente mala para dejarlo tirado en la calle, sobre el tema del Internet, lo despojaron de todo tanto celular como computadora, usaba la poca plata que tenia disponible para ir a los cibercafé y aprovechar todo el tiempo que le permitían sus ahorros (incluso en esa situación emocional seguía creando y publicando contenido nuevo sin parar). Sus padres lo presionaban cada día, cada hora, minuto y segundo de su vida, siguiéndolo de acá para allá para que consiguiera otro trabajo y dejar de holgazanear, obviamente esto terminaba en largas discusiones las cuales no me hablo con gran detalle, aunque puedo hacerme una idea. Yo me sentía como un inútil al no poder ayudarlo de ninguna forma, incluso llegue a consultarlo con mi madre pero ella simplemente no me tomo enserio, terminando la conversación con la frase “en vez de estar en la computadora, que siga buscando trabajo y que no pierda el tiempo en estupideces”. Decidí mantener la boca cerrada porque solo lograría una discusión innecesaria.
Si tuviese que contar el tiempo que lo llegué a conocer, solo fueron 2 meses, luego de eso terminó con su “miserable vida” (así es como él la describía). Nuestra última conversación fue algo similar a un cuestionario en el que me pregunto: ¿Te saque una sonrisa alguna vez?
Rafael: sinceramente no sé cómo evaluar tu texto, ya que no puedo leeerlo como ficción. La voz no es un artificio para vehiculizar una historia sino que es la tuya: no solo habla como vos sino que, principalmente, dice lo que ya te escuché y te leí afirmar en otras ocasiones. ¿Esta anécdota sucedió realmente? Sea cual fuera la respuesta, poara transformarla en cuento deberías elaborar el discurso a partir de una nueva voz, introducir algún artificio literario, pensar qué le proponés al lector.
ResponderEliminarRever puntuación, construcción de algunas oraciones y párrafos, repeticiones y uso de tiempos verbales, ortografía.
Al editar, los párrafos deben alinearse con la herramienta "justificar".
NOTA: 6