"Siglo XXI" Carolina Lynn

Una mañana después de un sueño agitado, Carolina Lynn se encontró en su cama convertida en un teléfono. Así es, un celular, pero no cualquiera, sino el de su madre Patricia, que estaba logrando enfurecer a su marido Ricardo debido a que no le estaba prestando atención a lo que le estaba diciendo.
- Perdón estaba charlando con las chicas porque creo que hoy vamos a ir a cenar.  ¿Qué decías?
- Que no sé dónde está Carolina, la estoy llamando pero el teléfono lo tiene apagado. ¿No te dijo nada vos?
- Seguro esta con las amigas Ricardo, ya va a llegar.
Carolina no sabía que situación le parecía más delirante, que la madre estuviera en su cuarto cuando ella se iba de la casa o que ahora no podía ni siquiera reclamarle ese hecho. Su cabeza daba mil vueltas tratando de comprender que había sucedido, ¿qué paso con su cuerpo? ¿Volvería a ser la misma de antes? 
Minutos después se dio cuenta que era en vano seguir pensando, además de que la madre no paro con el teléfono un minuto y Carolina estaba realmente cansada. Por suerte su madre logro soltar el teléfono pero solo para cargarlo, Carolina se sintió aliviada al respecto, necesitaba recobrar energías.
 El día siguiente no mejoro. Carolina sintió una vibración en el cuerpo y pensó que había llegado un mensaje de texto. Era la mejor amiga de ella, Paula, contándole a la madre que no había hablado con Caro hace unos días.
- Acabo de hablar con la policía. Llegan en 15 minutos- Le dice Ricardo a Patricia con rapidez.
- Voy a ir a preparar café.
Carolina notaba la angustia que llevaban dentro los padres y la posibilidad de no poder hacer nada la entristecía aún más.
Al llegar los policías, revisaron todo el cuarto de Carolina para ver si encontraban alguna evidencia. Pero nada. Se sentaron a tomar un café con unas masitas y mientras el padre les contaba cómo era Carolina.
- No comprendemos como nadie sabe nada de ella. Estaba todo el día usando su teléfono, chateando con sus amigos – contaba el padre.  
La llegada de un mensaje al teléfono de su madre aviva al oficial a preguntar.
- Señora, ¿usted usa mucho el celular en el día?
- La mayor parte del tiempo. ¿Por qué la pregunta oficial? ¿Qué tiene que ver mi celular con la desaparición de mi hija? –pregunta Patricia curiosa.
- Quizás, todo. Su marido me contó que usted sabía que aquel día su hija salía de la casa. Dígame, ¿no la noto extraña? o ¿acaso usted le pregunto a dónde iba?
- No recuerdo mucho ese momento oficial. Yo supuse que se iba a la casa de Paula como la mayoría de los viernes pero no lo sé. Recuerdo que yo estaba mandando un mensaje a un grupo con unas amigas y estaba muy concentrada, no le preste mucha atención.
Hubo un minuto de silencio en donde todas las caras cambiaron. Hasta que el oficial decidió tomar la palabra.
- Mire, los problemas en la vida siempre están, pero a veces hay que desconectarnos un poco de la tecnología y ver lo que tenemos al rededor. Espero que no me mal interprete, pero creo que esta es una buena oportunidad para que mire a su al rededor, mire al otro a los ojos, conecte con la realidad.
 En un abrir y cerrar de ojos ya era domingo. Dicen que los domingos sirven mucho para reflexionar sobre la vida, y así fue para esta familia.
Se oyó la voz del padre caminando hacia donde estaba patricia.
- ¿Estas segura que querés hacerlo?
Patricia asintió con la cabeza con orgullo y una mueca de sonrisa. El cabo de cinco minutos, Carolina sintió como su cuerpo y alma se iban apagando, como si nunca más volviera a ver la luz de nuevo.

¿Acaso llego el final? ¿O esto era solo el comienzo de la primer familia que vuelve a las viejas épocas donde no había tecnología?

Comentarios

  1. Escribís un texto correcto, aunque queda pendiente la elaboración estética del lenguaje. Creo que el texto ganaría si lo acortás, demasiado diálogo y explicaciones innecesarias. Rever uso de tiempos verbales, vocabulario, tildes y puntuación. NOTA: 7

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