La metamorfosis - Jesica Yarati

Una mañana al despertar de un sueño agitado, Jesica Yarati se encontró en su cama convertida en un loro. Todo comenzó cuando quiso estirarse para poder despabilarse del sueño y unas grandes y coloridas plumas ocuparon todo el espacio de la cama, miro asombrada tal descubrimiento, eran alas. Las alas mas verdes que haya podido admirar alguna vez. Sus pies, es decir, patas, no tardaron en saltar de la cama en busca del espejo más cercano, al llegar a este sus pequeños ojos recorrerieron cada parte de su cuerpo, todo en ella era diferente, simplemente era como ver a un extraño. Con dificultad se dirigió a la cocina, eran las 8 de la mañana y su estómago se encontraba vacío. Frunció el ceño al tropezar con su rutina de todos lo días. El cereal se encontraba muy alto y como siempre, ella no podía alcanzarlo. Sacudió sus alas furiosa, todo parecía ir mal, fue entonces cuando una idea aterrizó en su mente. Abrió sus alas y comenzó a agitarlas, cuando menos lo esperaba sus patas abandonaron el suelo y finalmente pudo llegar a su objetivo: el cereal. Todo parecía cambiar, sus ánimos iban aumentando y su apariencia ya no le importaba tanto como minutos atrás, hasta que oyó ruidos extraños provenientes de su cuarto. Se dirigió hacia allí y se encontró con sus padres, ambos parecían muy enojados, entonces recordó que cada día lo primero que debía hacer era ordenar su habitación, de no hacerlo la castigarían. Intentó pedir perdón, pero al abrir el pico no fue más que un grito lo que salió de su boca. Su madre la miró espantada y su padre parecía estar en shock.Durante todo el día, le repitieron a Jesica las palabras que ella más solía utilizar con el fin de que ella las repitiera y pudiera comunicarse con otros."Hola", "gracias" y "tengo hambre" fueron algunas. Cuando el sol se ocultaba Jesica decidió que ya estaba cansada, se dirigió por segunda vez a la cocina, feliz por haber despertado siendo un loro. Después de todo, no podía entender lo que la sociedad decía, solo podía elegir que repetir y que no. Ya no tendría que preocuparse por nada más, no tendría que volver a decepcionarse por encontrar la respuesta a un interrogante, sería una ignorante. Pero al fin y al cabo, sería más feliz. Después de llegar a esa conclusión, se acostó en su cama y con ansias esperó a que un nuevo día comience, sin preocupaciones estúpidas, como que ropa tendría que ponerse o que peinado tendría que usar. 



Comentarios

  1. Escribís un texto correcto, aunque queda pendiente la elaboración estética del lenguaje. Rever puntuación, párrafos, algún tiempo verbal y tildes. NOTA: 7

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Diario de lectura de La pregunta de sus ojos-Guido Costa

Diario de lectura de "La casa de los conejos" por Leila Mayer

DIARIO DE LECTURA "RABIA" SERGIO BIZZIO (Nicolás Lestard)