DIARIO DE LECTURA "RABIA" SERGIO BIZZIO (Nicolás Lestard)

07/11/2018


Hoy tuve el peor dia del año, no recuerdo un día tan frustrante y estresante pero lo único bueno de este día es que, mientras hacía los innumerables trámites, empecé el libro que me recomendaron y que agregué a la lista de novelas. Por lo que voy entendiendo, un obrero y la empleada de limpieza de una gran mansión se conocen en un supermercado  y tienen un romance intenso de mera casualidad. Entre tanto, el portero del edificio de al lado los ojeaba y hasta se acercaba para escuchar la charla entre José María, el obrero, y Rosa, la empleada. El portero por racista y macho junto con su “amigo” nazi Israel, se dedican a complicarle la vida por ser “Un negro y judio de mierda”. También Maria (Asi le dicen a José María), tiene conflictos con su capataz que lo amenaza constantemente con despedirlo (El segundo capítulo finaliza con un cruce entre ellos que termina con María despedido).
Dedica cierta páginas en explicar la desigualdad social cuando hablan sobre las pocas veces que María y Rosa pueden tener relaciones sexuales. Los gastos a comparación de los sueldos se les dificulta pagar un telo o una noche en un motel más de una vez por semana.
Al finalizar, Rosa invita a María a la mansión porque los patrones de Maria se fueron de vacaciones por un tiempo. De esta manera, podían cenar juntos y tener sexo todos los días.
Por el momento, estos dos primeros capítulos fueron muy atrapantes e interesantes. Manejo un nivel alto de expectativa.


8/11/2018


A contraste de ayer, hoy tuve un día espectacular. El equilibrio se dió por primera vez. Después de la siesta, me despabile y agarré el libro. En estos capítulos el libro se convirtió en una ficción-realismo llena de sorpresas. Al principio, María llega media hora tarde a la casa de Rosa y con una actitud malhumorada y fría. Tiempo después, llegan los Blinder (dueños burgueses de la mansión para la que trabaja Rosa) antes de lo esperado. Rosa se desespera debido a que le habían dicho anteriormente que tenía terminantemente prohibido que entra una persona desconocida a la mansión. Obligación no cumplida por Rosa por la entrada constante de María previo y posterior al trabajo que tenía. Retomando la vuelta de los Blinder, María se esconde en una parte de la enorme mansión en la cual se incomunica del mundo. Llega la policía buscándolo porque “Evidentemente se lo tragó el suelo”. Rosa especula que lo habían despedido del trabajo y que por vergüenza no se lo dijo, y desapareció. O también, que en paralelo al despedido estaba enfermo, en su casa en Capilla del Señor.
Efectivamente, estaba enfermo pero en la misma mansión, sin que nadie note su presencia. Tiene dos a tres días de sufrimiento puro por la alta fiebre y la falta de ingesta de comida. Aunque, empieza a tomar valor y para matar al aburrimiento, alimentarse y mantener su higiene se anima a recorrer la mansión para cubrir sus necesidades básicas. Va a la biblioteca y agarra cualquier tipo de libro, va a la cocina en altas horas de la noche para mantener su sistema digestivo, hace ejercicio para mantener su forma y va a un baño del mismo piso que no tiene uso alguno.
Entre esa rutina de María, espiaba a Rosa mientras limpiaba, mientras lloraba por él, mientras se masturbaba por él. Aunque se veía imposibilitado en comunicarse con ella porque sale a la luz el asesinato de María al capataz que lo había despedido anteriormente. En ese instante, María decide quedarse a vivir en la mansión, no tenía mejor lugar para ir y tampoco un mejor escondite.
María con el pasar de los días ya conocía los ruidos y la dinámica de la mansión como si hubiese vivido allí toda su vida. Algo que no aclaré antes, es la agilidad del protagonista de este libro; sus prevenciones y su agilidad natural ponen al personaje en una posición “fantasmal”.
Rosa, extrañaba a María pero sabía que nunca más iba a volver a verlo; por eso María para seguir conectado con la empleada tenía charlas imaginarias para no olvidarse de ella, sumado a su espionaje diario.


9-10-11/11/18


Este fin de semana decidí leer de corrido y hacer una reflexión del libro en el margen de mi fin de semana. Cada día tuve un tiempo de lectura ideal. Una historia que se hace más impresionante cada página que recorro. Primero, un capítulo lleno de adrenalina; Rosa entró a su cuarto cuando María estaba en el baño. Él siempre cada vez que salía del cuarto se llevaba su bolso (bolso donde guardaba todas las cosas robadas que había conseguido en el desván de la mansión), pero no en esta ocasión. Había dejado el libro, su bolso y la pata de muslo de su cena anterior en el cuarto. Cuando Rosa está limpiando, de manera inconsciente, levanta el libro del piso y lo apoya sobre la cama. Mientras tanto, María rogaba porque no use la aspiradora debido a que su uso podría revelar el hueso de la para de muslo y su bolso. Entonces, en una idea fugaz se le ocurrió ir rápido y con sigilo al enchufe donde estaba conectada la aspiradora y quedarse con el adaptador. Como el plan funcionó, Rosa bajó y María aprovechó para agarrar el bolso y buscar la pata de pollo. El bolso lo pudo agarrar, pero la pata de pollo no aparecía por ningún lado. Al poco tiempo, escucha a Rosa acercarse y corre con el bolso en mano, una vez más, con sigilo y rapidez se esconde en el desván.
Luego de pasar ese momento de euforia, cierra los ojos y se imagina a él siendo descubierto por Rosa, que le avisaba a la Señora Blinder e inevitablemente llamaban a la policía, es esposado y toda la situación posible de María yendo a la prisión.
Cuando Rosa termina de limpiar, entra al cuarto de nuevo y abre la ventana (pasó todos estos días sin luz). En ese instante, recuerda el mundo exterior y llega a la conclusión de que que extrañaba su imágen de él fumando y a Rosa y la relación que tenían.  
En el cierre de este capítulo, María sale a medianoche a recorrer desnudo la casa, desplazándose sutilmente como si lo moviese una cinta transportadora. Cuando vuelve al cuarto, la luz de la luna penetraba el cuarto y se acuesta. Pero un ruido lo despierta, era la rata (anteriormente había ingresado una rata a su cuarto que no pudo sacar y dejó que lo acompañe) que estaba mordiendo al hueso. Al darse cuenta, la despide en voz alta (se dió cuenta que hace mucho no escuchaba su propia voz) y se duerme.


Al otro día, María percibe voces nuevas en la casa, cosa que lo desconcertó mucho. Los Blinder no eran personas muy sociables, pero era el cumpleaños de la Señora Blinder y sus pocos amigos vinieron a festejar.
Cuando se asoma por la ventana, su vista se encuentra con un hombre joven que vomitaba en la entrada de la puerta, era la misma persona que había visto en el último retrato familiar (capítulos anteriores, María recorre la biblioteca de la casa y se encuentra con una gran fila de retratos familiares, y esta persona era la última en un encuadrado de menor calidad y estética). María bajó un piso para escuchar debido a su curiosidad y se entera que es Álvaro, uno de los hijos de los Blinder. Álvaro es irregular y desordenado, borracho y molesto como una mosca.
Entre charlas, botellas y música, María escucha el ruido de unos vidrios rotos provenientes de la cocina. Cuando va a ver, la puerta estaba abierta y Álvaro se apoyaba en el borde. Escuchaba gritos de Rosa hacía Álvaro indicando que frene, él quería abusar de ella. A María le hervía la sangre pero sabía que no podía hacer nada al respecto. Rosa logra salvarse de la violación y el abuso ejercido por el hijo de los Blinder llevando una bandeja con comida al patio donde se encontraban los Blinder y sus invitados. En ese instante, María pierde de vista a Álvaro hasta que lo encuentra en la brevedad en un cuarto roncando muy fuerte vestido completamente. Pensó en matarlo como había hecho con el capataz, pero se dió cuenta que era equivalente a perder su poca libertad.


Ahora, llega Noviembre (el cumpleaños se ubica en los primeros días de octubre) y el se sentía más cómodo. El calor le permitía descansar más, entre otras cosas. Entre tanto, María oye una conversación de Rosa con otro hombre, cuestión que le generó una gran cantidad de celos pero que a su vez, lo hizo dar cuenta que tenía una herramienta fundamental, un teléfono. Lo primero que hizo fue disquear números de personas apellidadas “Blinder”. Luego de varios intentos, pudo hablar con Rosa.
Rosa le reclamaba, de manera angustiante, una explicación de su desaparición. A su vez, le preguntaba si estaba preso por el asesinato del capataz, si se fue a otro país, entre otras teorías. La llamada termina con una promesa de María de seguir en contacto.


La narración sigue entre reflexiones personales del protagonista sobre su vida y la diferencia/comodidades que tenía con la vida exterior. Conclusión que finaliza con el solo pensar en Rosa y su relación. Luego, escucha una llamada con este hombre que seguía teniendo una relación no tan directa, a mi parecer, con Rosa. María había pensado que su llamada logró entibiar su relación con esta persona, pero al ver que su objetivo no fue fructífero, decidió volver a llamar a los pocos días. Una vez más, la charla se basa en María celando a Rosa y ella agonizando por alguna explicacion.


Álvaro aparece una vez más en la casa y escucha como manosea a Rosa. Sus ganas de actuar son enormes, pero necesita que no se den cuenta ninguno de los dos, cosa imposible.
Rosa trataba de escaparse del violador que la perseguía por toda la casa mientras la llamaba en voz alta (los Blinder se habían ido). En un momento, María los pierde de vista y no escucha a ninguno de los dos; reaparecieron cuando los Blinder abrieron la puerta con una gran parte de la familia (su hija con su novio y sus tres hijos). Rosa los recibe. Se nota una relación diferente con el hijo mayor de los tres, Esteban. Un adolescente de quince años, inteligente, que le habla a Rosa de una manera muy distinta que los demás.




19/11/2018


Hoy acabo de llegar de pasar unos días en mi lugar en el mundo. Su nombre es secreto, no lo comparto por el simple hecho que su difusión puede asesinar al lugar que amo. ¿Para que vuelvo a la ciudad? ¿Hay algo en este hormiguero que me llene como persona o que me lleve a quedarme por mi propia voluntad? De chico, cuando nos decían a mi y a mi hermano de mudarnos a otra provincia y dejar todo lo que tenemos para comenzar de cero me negaba rotundamente. Me daba miedo el cambio repentino, el contraste de vida. Esa fue mi reflexión al terminar el libro, lejos de ser lo que escribe Bizzio pero fue lo primero que se me vino a la cabeza. Si tengo libros y a la naturaleza a mi lado ¿Que más quiero?.
Voy a seguir con el desarrollo resumido del libro porque así comencé este diario de lectura, aunque en este momento luego de pasar tantos días fuera del mundo real (o de mi mundo real), me hubiese gustado que sea de otro modo.


Nos ubicamos en vísperas de navidad y la familia de los Blinder se quedan unos días a vivir. El hijo mayor coquetea con Rosa recordando tiempos pasados entre ellos. Mientras tanto, María debía aumentar su sigilo debido a la presencia de tanta gente.
Llegado nochebuena, María se roba un walkman y los auriculares de Esteban y una botella de champagne. Una vez que se tranquilizó, fue a espiar a Rosa y inesperadamente escuchó una llamada telefónica entre Rosa y una amiga. En esta, le declaraba que Álvaro la había violado. María volaba de furia. Esperó a que termine de hablar con Claudia (la amiga) para llamarla.
Rosa le ocultaba la violación y le decía que era un problema personal por la cantidad de trabajo que tenía. Mientras tanto, María pensaba en matar a Álvaro por su odio a los violadores además de los celos que acumulaba hace tiempo.
Luego, mientras María paseaba por la mansión escucha una pelea entre los Blinder por un sorete en el inodoro que no había tirado él. Entre ellos se echaban la culpa y se peleaban fuertemente hasta llegar al punto de hablar de el novio de la hija y el ex de la misma. En la que termina con un “Por algo es”. Reflexiona sobre la posición de las personas con poder durante la democracia y su teoría de “Por algo será”.


Llego noche buena y toda la familia (incluído Álvaro) estaban sentados. Álvaro no le dió importancia de la charla previa que tuvo en Alcohólicos Anónimos que lo primero que hizo fue tomar toda la noche. Rosa, de la cocina al living llevaba copas, platos y distintas comidas.
Luego del brindis Rosa se fue a la casa de Claudia y todos los Blinder se fueron a dormir. Cuando María pudo recorrer la casa con toda la paz del mundo, se encuentra a Álvaro durmiendo en un sillón. No esperó para agarrarlo del cuello y asesinarlo en ese mismo instante. Para poder simular la muerte de él, María decidió comer y escupirle en la boca como un pingüino para simular una asfixia por regurgitación.  


Al otro día, mientras desayunaba una banana que se había robado la noche anterior, imaginaba una conversación con Rosa sobre la belleza. Pero segundos después escucha que Rosa grita su nombre desde afuera y él en una ola de éxtasis corrió hacia el desván para esconderse. Finalmente no lo había visto, Rosa pensó que María pasó al lado suyo y la había ignorado. En la llamada telefónica posterior, ella le vuelve a pedir explicaciones de su desaparición y él, una vez más, negaba todas las teorizaciones de Rosa. En la misma llamada, Esteban le comenta a Rosa que están todas las líneas telefónicas ocupadas. Rosa, piensa que dejó el teléfono mal colgado cuando realmente lo estaba usando María. Cuando logra escabullirse de Rosa, ella cuelga el teléfono pero se da cuenta que estaba tibio, como si estuviese recién usado.
Los Blinder no hicieron demasiado espamento por la muerte de su hijo aunque sí logró unificar a la misma familia. Esta “unificación” se basaba de sentarse a ver todos juntos la televisión, mudos.
María reflexionaba sobre las llamadas que recibía de un aparente novio de ella y sobre el panorama del mundo que con tan solo unos pequeños centímetros de la persiana le permitía conectarse con la realidad; el nivel de desempleo dependiendo de la cantidad de vendedores ambulantes o de cartoneros en la calle, los novedades automotrices, sobre la moda, la época del año, entre otras cosas. Aunque, esta conexión le costó una vista rápida de Rosa sobre él. Su escondite nunca le fallaba y el campo visual era perfecto para ver la cara de decepción de Rosa al encontrarse con una (aparente) ilusión. Esta cara no duró mucho cuando su grito reveló en toda la mansión la presencia de la rata que consecuentemente termina poniendo veneno en todo el cuarto y cerrando al puerta con llave. Frente a esto, María tuvo que mudarse a otro cuarto de la mansarda.


Llegó la hora de partir para una parte de la familia Blinder, y cuando Esteban va al cuarto de Rosa para despedirse y le ruega que se repita lo mismo que había sucedido el año pasado. Tiempo después, el hijo mayor sale, se encuentra con sus hermanos menores jugando, luego a su padre y se van.


María llama a Rosa, luego de preguntarse dónde estaba y que había pasado con él cambian de tema y Rosa le cuenta sobre el teléfono mal colgado y la temperatura que tenía. Él evita el tema preguntándole si estaba un poco paranoica y ella dándole la razón. La charla sigue con ellos hablando sobre Mar del Plata y experiencias de María en esa ciudad, no obstante esta llamada no duró mucho debido a que Rosa convoca una vez más las preguntas sobre su vida; María se ofende y le corta el teléfono repentinamente.


María no la llamó por varios meses y también dejó de observarla. Ajustó su vida a la lectura, la gimnasia y a las incursiones nocturnas en busca de alimentos. Luego de una gran reflexión sobre el mismo problema y su resolución sobre el problema, vió por la ventana a Rosa junto a Israel. Para él, lo más horrible y la peor de las traiciones. A partir de este hecho, decidió desaparecer por completo y su desinformación pasó a ser casi absoluta.
Se dejó crecer la barba, el pelo y las uñas. Estaba mudo, desnudo y susceptible. Su contacto con Rosa eran únicamente en sus sueños totalmente involuntarios. Ellos en Mar del Plata, ellos juntos haciendo el amor o ella junto con Israel teniendo sexo.


El invierno se hizo sentir en la mansión y María no se había imaginado semejante frío. Con el tiempo, María vuelve a llamarla a Rosa y le ofrece verse en el hotelito del Bajo donde solían tener sexo en sus primeras salidas. La llamada es interrumpida por una llamada de la Señora Blinder que le avisa que Rosa estaba embarazada (por la violación anterior). Ella, le cuenta a la patrona sobre su noviazgo con Israel. Lo primero que hacen es pedirle a Israel que se haga cargo del bebé junto con Rosa, “oferta” rechazada por él.
Aprovechó la noche para robarse una llave y salir de la casa para esperar a Rosa en el lugar donde habían quedado.


Ella nunca llegó y María, una vez más, volaba de rabia. En el camino de vuelta se cruzó a Israel; lo primero que hizo fue acercarse para asesinarlo. Claramente Israel no lo reconoció debido al aspecto que tenía él. Acto siguiente, lo agarra del cuello, lo llevaba detrás de un edificio y lo mata a golpes.
Caminaba sin rumbo, haciendo tiempo para entrar nuevamente a la mansión y poder llamarla. No aguantó y entró a una cabina telefónica. Rosa le contó que tuvo que ir al médico por obligación de la Señora Blinder. La llamada termina con una promesa de él a ella para volver a verse algún día.


Esa misma noche, luego de un gran esfuerzo debido a la difícil situación que tuvo que afrontar, entró a la mansión con su destacado sigilo. Al otro día, María la llama y le dice que se la encontró en la calle con la Señora Blinder pero que no se animó a llamarla, luego, Rosa le revela que está embarazada de su propio violador, hijo de los Blinder. Él simula bronca frente a la situación que ya sabía de antemano.
Las charla sobre su desaparición quedaron atrás, ahora las charlas se basan en preguntas sobre el embarazo, los quehaceres diarios de Rosa y de los libros que María le recomendaba a Rosa.


El hijo nació y María tuvo que esperar a la vuelta de Rosa a la mansión para conocerlo. El hijo se llamaba José María, al igual que él. María, aprovechaba los momentos que José María jugaba a espaldas de Rosa para verlo y estar con él. Rosa le cuenta sueños que tiene con él y su hijo, de hermosos momentos juntos.
Cuando José María cumplió un año se  animó a llamar a su tío en Capilla del Señor y le obligó a gastar todos sus ahorros en un regalo para Rosa y su hijo, además de que él mismo tenía que acercarse hasta la puerta de la casa en nombre de María.
En los tiempos que podía encontrarse a solas con Joselito (así llamaban al bebé), le enseñó pequeñas palabras sueltas y entre ellas mamá. No podía decirle a Joselito el nombre de él, entonces también se hizo llamar “mamá”. Aunque, también significaba la hora de no ver nunca más a su hijo.


María en el cuarto se encontraba con la rata mientras hacía sus actividades diarias. Cuando se le acerca a la rata, la misma le muerde y la salud de él empieza a empeorar.
Posteriormente, llama a Rosa y ella le comenta que se van con los Blinder a Mar del Plata unos días. La imaginación de los dos volaba.
Una vez que partieron, María se encontró totalmente solo en la mansión. Una experiencia desesperante debido a que extrañaba a Rosa y a Joselito. Además, escaseaba alimentos y elementos básicos, la seguridad se había reforzado lo que imposibilitaba una salida; un evento de pura supervivencia.
Con el tiempo, aparecieron los primeros síntomas de la mordedura. Le costaba tragar, volaba de fiebre, hormigueros constantes entre otras horribles sensaciones. Al darse un baño de inmersión, le dolía el pecho, le sangraba fuertemente la nariz, parecía que había envejecido cincuenta años.


El primer día de su vuelta, la llama y le cuenta su experiencia en Mar del Plata. Le contaba sobre Joselito y la playa, la gente, el sol y la playa. Cuando estaban por finalizar la llamada, el Señor Blinder grita muy fuerte y se escucha en los dos teléfonos. Instantáneamente él corta.


Para finalizar, María se acerca de noche al cuarto de Rosa y la ve a ella durmiendo con Joselito. Al acercarse ella se despierta y se da un pequeño susto. Ella, al ver la salud de él lo primero que hace es ir a buscarle algo de comer y beber. Cuando se quedan Joselito y María solos, se lo pone sobre su pecho y fallece en la cama con el hijo de Rosa encima.

Comentarios

  1. ¿Para qué elaborar un diario de lectura? ¿Tendría sentido si solo se tratara de contar lo que se va leyendo? ¿No sería mejor provocar en otros las ganas de leerlo o no, según la propia experiencia? Tu lectura se queda en lo literal, no intenta ir más allá de lo dicho, ni se apropia de lo estético. Evaluás el libro sin criterios literarios. Obviás el título creativo.
    Resulta muy molesto que no hayas cuidado la edición del documento ajustándolo a la entrada. Leer así fue un desquicio.

    "Que pueda el camino subir hasta alcanzarte. Que pueda el viento soplar siempre a tu espalda.
    Que pueda el sol brillar cálidamente sobre tu rostro y las lluvias caer con dulzura sobre tus campos, y hasta que volvamos a encontramos que Dios te sostenga en la palma de su mano."
    (Oración irlandesa)

    Buena vida.

    NOTA: 6

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Diario de lectura de La pregunta de sus ojos-Guido Costa

Diario de lectura de "La casa de los conejos" por Leila Mayer