Mi auto retrato - Octavio Hermida
Esta historia que voy a contar comenzó hace algunos años, entre 11 años mas o menos, y empieza el día en el que un chico empieza su primer actividad deportiva en un lugar llamado club de amigos. Este chico no lo sabia, pero estaba empezando algo que lo iba a acompañar y a salvar por el resto de su vida.
En una de las primeras etapas que transcurrió se olvido de todo lo que pasaba de lunes a viernes, un hueco en la memoria podríamos decirle, un abismo entre la oscuridad que encontraba en la semana contra la felicidad y la alegría que le daba llegar al sábado, esta era tan fuerte que se despertaba 1 hora antes que sus padres para poder estar lo antes posible en el club, pero este tiempo era muy corto para contrarrestar todo el tiempo que se pasaba fuera.
Las cosas siguieron así, problemas en una escuela, cambiarse a otra para tener mas problemas y tener que cambiarse a una tercera, pero ahí es donde se produjo el cambio, esta escuela waldorf que es llamada rara y esta mal vista por la sociedad junto a su profesora logro despertar al chico que otros profesores daban por dormido. Así es como el chico termino la primaria y logro cerrar la brecha del abismo.
Cuando creció fue tomándole mas cariño al deporte y se enamoro de uno en especial, el voley, descubrió lo que eran los sentimientos de pasión, angustia, nervios, euforia, ira y muchos mas y lo que antes lograba que no tuviera ganas de ir a una juntada o a alguna fiesta, llego al punto de estar en la playa enojado porque no lo dejan volver a las canchas en buenos aires.
La ultima parte del relato se la voy a dedicar a una relación entre este muchacho y algo que no todos aprecian: sus músculos. algunos dirán que es algo superficial pero el los presume y los trabaja a diario por algo mucho mas profundo que lo que todos ven pero que es uno de los pocos secretos que nunca compartirá ya que es algo de lo que se no se enorgullece ni lo entiende, por esto decidió no contarlo hasta el día en que logre comprenderse a si mismo.
En una de las primeras etapas que transcurrió se olvido de todo lo que pasaba de lunes a viernes, un hueco en la memoria podríamos decirle, un abismo entre la oscuridad que encontraba en la semana contra la felicidad y la alegría que le daba llegar al sábado, esta era tan fuerte que se despertaba 1 hora antes que sus padres para poder estar lo antes posible en el club, pero este tiempo era muy corto para contrarrestar todo el tiempo que se pasaba fuera.
Las cosas siguieron así, problemas en una escuela, cambiarse a otra para tener mas problemas y tener que cambiarse a una tercera, pero ahí es donde se produjo el cambio, esta escuela waldorf que es llamada rara y esta mal vista por la sociedad junto a su profesora logro despertar al chico que otros profesores daban por dormido. Así es como el chico termino la primaria y logro cerrar la brecha del abismo.
Cuando creció fue tomándole mas cariño al deporte y se enamoro de uno en especial, el voley, descubrió lo que eran los sentimientos de pasión, angustia, nervios, euforia, ira y muchos mas y lo que antes lograba que no tuviera ganas de ir a una juntada o a alguna fiesta, llego al punto de estar en la playa enojado porque no lo dejan volver a las canchas en buenos aires.
La ultima parte del relato se la voy a dedicar a una relación entre este muchacho y algo que no todos aprecian: sus músculos. algunos dirán que es algo superficial pero el los presume y los trabaja a diario por algo mucho mas profundo que lo que todos ven pero que es uno de los pocos secretos que nunca compartirá ya que es algo de lo que se no se enorgullece ni lo entiende, por esto decidió no contarlo hasta el día en que logre comprenderse a si mismo.
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