Informe de lectura Ana Calcaterra

Informe de Literatura sobre

Eduardo   Galeano

Alumna: Ana Calcaterra

Profesora: Graciela Amadio

Fecha: 27/04

Eduardo Germán María Hughes Galeano, escritor y periodista uruguayo, nacido el 3 de septiembre de 1940, reconocido por libros como “Las venas abiertas de América Latina”, “El libro de los abrazos” entre otros éxitos del mismo.

Se inició en el periodismo a los catorce años, en el semanario socialista El Sol, en el que publicaba dibujos y caricaturas políticas.

En el golpe de Estado del 27 de junio de 1973, Galeano fue encarcelado y obligado a abandonar Uruguay.

Su libro Las venas abiertas de América Latina fue censurado por las dictaduras militares de Uruguay, Argentina y Chile. Se fue a vivir a Argentina, donde fundó la revista cultural Crisis. Aunque en 1976, se casó y se fue a España donde escribió su famosa trilogía; “Memoria del fuego” (un repaso por la historia de Latinoamérica), en 1984, considerada su obra mayor.

En 1985, volvió a Montevideo y en octubre de ese año, junto a Mario Benedetti, Hugo Alfaro y otros periodistas y escritores que habían pertenecido al semanario Marcha, fundó el semanario Brecha, del cual continuó siendo integrante de su Consejo Asesor hasta su muerte.

Galeano supo contar en pequeños escritos la historia de América Latina y las distintas realidades. Valorando la memoria, y el pensamiento crítico.

En sus relatos siempre escribe con mezcla de crudeza (porque dice la realidad) pero también con metáforas bellas. Tiene una forma de escribir tan dinámica y para nada densa, que hace que leer sus textos sea algo maravilloso.

Hace referencia a el amor, la historia, la realidad diaria y política del siglo xx. Como por ejemplo cuando dice “El sistema: Con una mano roba lo que con la otra presta. Sus víctimas: Cuanto más pagan, más deben. Cuanto más reciben, menos tienen. Cuanto más venden, menos cobran.” (Galeano1989, Mapamundi/1) o “Todos prometen y nadie cumple. Vote por nadie.” (Galeano1989 “El libro de los abrazos” Dicen  las paredes/2), aunque esa es una realidad política no solo de ese siglo, si no que de la actualidad y de mucho otros años también.

Por ejemplo en El libro de los abrazos, los relatos son cortitos con diferentes historias y todas del cotidiano. Hay grafitis (dicen las paredes), hay relatos oníricos (los sueños de helena), hay muchos juegos de palabras.

En este libro cuenta la realidad amarga combinada con pasión y ternura. Cuenta anécdotas, su experiencia vivida, mezclada con ficción y fantasía. Realiza los relatos con una sencillez bonita, atrapante y usando metáforas, como por ejemplo cuando compara a las personas con el fuego;

Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

Eduardo Galeano en este libro intenta que los lectores se sientan identificados, que sientan que esas palabras escritas salieron de ellos (ya que esa realidad que relata él es la misma realidad que están viviendo los lectores), que se sientan “abrazados” por el libro (como da a entender el título).

Una de las frases que resalte durante la lectura de este libro es;

El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas [ …] El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir.  

No lo impide el agua bendita, ni lo impide el polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada.

El amor es sordo al verbo divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto del gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo.

(Galeano 1989 “El diagnóstico y la terapéutica” 79) dónde Eduardo señala que el amor (mi tema favorito hablado por él) como una enfermedad de la que ninguno puede escapar.

Después en otros de sus éxitos, Patas Arriba, la escuela del mundo al revés está el Derecho al delirio. En donde se plantean utopías y se resignifican otros valores y desde un punto político y hasta mirándolo desde estos años (el libro es del 98) hay cosas que sucedieron en profundidad como es la educación.

Allí habla también de las clases sociales, de la pobreza, de “los de arriba, los de abajo y los del medio” y de los niños y adolescentes según eso.

“Mucho antes de que los niños ricos dejen de ser niños y descubran las drogas que aturden la soledad y enmascaran el miedo, ya los niños pobres están aspirando gasolina o pegamento. Mientras los niños ricos juegan a la guerra con balas de rayos láser, ya las balas de plomo amenazan a los niños de la calle.”, esta es una de las frases (de las pocas páginas que leí de este libro) que me shockeo mucho por la triste y cruda realidad que muestra y por la impotencia que me da que sea así.

Leer las obras de arte de Eduardo Galeano es una cachetada en la cara, un balde de agua fría, es como ponerse los lentes cuando no ves bien, anteojos que te muestran la sociedad y sus problemáticas actuales importantes y con mucha claridad, temas que todos deberíamos saber, y lo encara de una manera tan extraordinaria que hace que quieras leer y no parar nunca.